API KIDS: ¿INDEPENDENCIA EN LA INFANCIA?
Su construcción desde el nacimiento.
El nacimiento del ser humano es considerado por diversos autores entre ellos, Erickson (1963), cómo el primer conflicto al que la persona debe sobreponerse, poniendo a prueba su mecanismo biológico. En esta primera etapa puede creerse que la persona es totalmente dependiente, puesto que requiere de su madre para saciar cualquier necesidad, sin embargo, la realidad es que es en este momento dónde empieza a formarse la independencia.
De manera muy básica, el control de su mecanismo biológico, sus primeros reflejos motrices, el llanto, la capacidad de succión, vaciar sus esfínteres y dormir, constituyen en sí, las bases de la independencia personal, dado que son acciones que solamente el bebé podrá realizar y regular.
De los 0 a los 18 meses, el niño no será instrumentalmente independiente, pero construye la primera relación de confianza básica que le permitirá en adelante interactuar con otras personas, es por ello que el vínculo madre-hijo, tiene tanta relevancia, pues una persona adulta dificilmente alcanzará la independencia personal si no ha aprendido en los años previos a desarrollar confianza, en sí mismo y en el entorno.
De manera muy básica, el control de su mecanismo biológico, sus primeros reflejos motrices, el llanto, la capacidad de succión, vaciar sus esfínteres y dormir, constituyen en sí, las bases de la independencia personal, dado que son acciones que solamente el bebé podrá realizar y regular.
De los 0 a los 18 meses, el niño no será instrumentalmente independiente, pero construye la primera relación de confianza básica que le permitirá en adelante interactuar con otras personas, es por ello que el vínculo madre-hijo, tiene tanta relevancia, pues una persona adulta dificilmente alcanzará la independencia personal si no ha aprendido en los años previos a desarrollar confianza, en sí mismo y en el entorno.

Con el fin de favorecer la capacidad de independencia del menor, en este estadio es fundamental que ambos padres y cualquier otro miembro de la familia, con quien el niño convive de forma regular, le permitan comunicarse de forma tan clara y específica como el lenguaje del menor le permita, pues esto potenciará su capacidad de autonocimiento, al tener que decifrar por sus medios que es lo que desea o lo que necesita; Habilidad que en la vida adulta le permitirá comunicarse asertivamente.
En esta etapa, se ejercita la fuerza básica de la voluntad, la cual es fundamentalmente la determinación de ejercer el libre albedrío, a pesar de haber experimentado la duda y la vergüenza, este es el segundo pilar de la independencia, y por eso es natural que esta edad el menor muestre conductas de desobediencia, pues están aprendiendo a reconocer su consistencia, sus límites y su identidad para diferenciarse de sus pares. Por este motivo, aunque la desobediencia es esperada en estos años, es igual de importante que los padres sean capaces de modelar una disciplina asertiva, esto le permitirá al niño regular su conducta y reforzará sus límites, para que desarrolle una conducta autodirigida y responsable.
Hacia los 3 y 5 años, el niño mostrará un constante conflicto entre tener iniciativa para "hacer cosas" y la culpa por "hacer cosas", en este momento se despliega la fuerza básica del propósito. Es decir, el poder distinguir, "para qué hacer las cosas" fijando su atención y determinación, sin ser intimidado por la culpa o un posible castigo. Es altamente importante entonces, que en esta etapa los padres favorezcan esa habilidad propositiva del niño, pues es aquí, donde el menor aprende a tomar decisiones, aspecto elemental en la vida adulta, dado que un individuo incapaz de tomar decisiones importantes, no buscará ser independiente, pues necesariamente alguien más deberá tomar esas decisiones en lugar suyo. Los niños que no ejercitan su proactividad, regularmente se convierten en niños inhibidos, temerosos siempre del castigo y las consecuencias, trasladando estas características a su vida adulta.
Por lo anterior, puede concluirse que efectivamente la independencia es una habilidad que se desarolla desde el nacimiento y a lo largo de la vida se va perfeccionando, hasta alcanzar la vida adulta, momento en el que la independencia personal se equilibra con la indepedencia instrumental que le permitirá a la persona vincularse con el entorno de forma deseada y no por exclusiva necesidad.
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